¡Estimado señor Powell, Secretario de Estado de Estados Unidos de América!
¡Estimados copresidentes de la Conferencia de Minsk!
¡ Estimados participantes del encuentro!
¡Estimados miembros de los medios de comunicación!
¡Señoras y señores!
Ante todo, quiero darle las gracias a usted, señor Secretario de Estado, por la invitación a visitar los Estados Unidos de América. Expreso mi agradecimiento al Gobierno de los Estados Unidos de América, los autoridades de la ciudad de Key West y todos los organizadores de la reunión por su hospitalidad y excelentes condiciones creadas para nuestro trabajo.
El carácter especial de esta reunión consiste en que el Grupo de Minsk se reúne por primera vez en este formato, los copresidentes de la Conferencia de Minsk de la OSCE con los presidentes de Armenia y Azerbaiyán y los participantes de la reunión discuten el tema de la solución pacífica del conflicto armenio-azerbaiyano de Nagorno Karabaj.
Por desgracia, en el pasado no tuvieron lugar los encuentros en este formato, y tal vez esto sea una de las causas de lo que hasta ahora no hemos podido lograr un éxito. Espero que este encuentro tenga un papel positivo en la solución del conflicto que dura ya más de 12 años.
La historia del conflicto armenio-azerbaiyano de Nagorno Karabaj es muy bien conocido en el mundo. No es exageración si digo que este es uno de los conflictos en el mundo, que no encuentra una solución durante mucho tiempo.
Por eso, aprovechando la ocasión, quiero hablar brevemente sobre las principales causas que impiden la solución del conflicto, y expresar algunos de mis pensamientos.
Se sabe que este conflicto surgió en relación con reivindicaciones territoriales de Armenia que trata de separar y anexar Nagorno Karabaj, una parte de la tierra natal de Azerbaiyán. En 1988, cuando surgió este conflicto, Armenia y Azerbaiyán formaban parte de la Unión Soviética como repúblicas soviéticas. Pero el conflicto se desarrolló y se convertió en una guerra como resultado de la posición injusta del liderazgo de la Unión Soviética contra Azerbaiyán, y tal vez debido a una falta de voluntad para prevenir el conflicto.
Quiero señalar que en 1923, el gobierno de Azerbaiyán se concedió a Nagorno Karabaj de Azerbaiyán el estatuto de región autónoma, y la región aprovechaba todos los derechos de autonomía. Por eso no existían motivos para el conflicto. Al inicio del conflicto Nagorno Karabaj tenía una población de 185.000 personas. De ellos 74 por ciento eran armenios, 25,2 por ciento – azerbaiyanos.
Armenia, aplicando sus reivindicaciones territoriales sobre el país vecino, ante todo provocó un enfrentamiento armado de las fuerzas separatistas y terroristas en la región de Nagorno Karabaj, luego desató una agresión militar contra Azerbaiyán.
Nagorno Karabaj fue puesto bajo el control militar de los separatistas y las fuerzas armadas de Armenia. Ellos llevaron a cabo una limpieza étnica, expulsando de allí todos los azerbaiyanos – aproximadamente 50.000 personas. Todo esto fue acompañado por el asesinato y la violencia. Los residentes de Jodzhali, – los azerbaiyanos, – fueron sometidos a un genocidio.
Las fuerzas armadas de Armenia después de ocupar Nagorno Karabaj comenzaron sus operaciones militares fuera de la región de Nagorno Karabaj y ocuparon siete grandes distritos administrativos de Azerbaiyán.
Así, el 20 por ciento del territorio de Azerbaiyán fue ocupado hasta 1993, y está todavía bajo la ocupación de las fuerzas armadas armenias. En esta zona, todo está destruido, saqueado, borrado de la faz de la tierra, fueron destruidos más de 900 viviendas, 600 escuelas, 250 hospitales, todos los museos, monumentos históricos y culturales.
Durante el conflicto, fueron asesinados 30.000 ciudadanos de Azerbaiyán, más de 200.000 personas quedaron heridas y mutiladas, y miles de personas quedaron aprisionadas, fueron tomados como rehenes, siguen desaparecidas. Cerca de un millón de azerbaiyanos, es decir uno de cada ocho ciudadanos del país, han perdido sus tierras, y viven en tiendas de campaña en condiciones insoportables durante nueve años. Ha crecido una nueva generación en estas tiendas de campaña.
En el mundo actual no hay otro caso, donde un Estado ha ocupado el territorio de otro Estado, ha llevado a cabo una limpieza étnica masiva allí, pero, por desgracia, la comunidad internacional mira en silencio esta tragedia. Las exigencias legales de Azerbaiyán para frenar al agresor no reciben apoyo.
En la sesión extraordinaria del Consejo de Ministros de la CSCE celebrada en Helsinki hace nueve años, el 24 de marzo de 1992 se decidió celebrar en Minsk una conferencia para llegar a la solución completa del conflicto armenio-azerbaiyano de Nagorno Karabaj. Así se creó una institución internacional para solucionar el conflicto. Esta decisión que determina el mandato de la conferencia y la estructura del proceso de negociación, tiene gran importancia.
En 1993, el Consejo de Seguridad de la ONU ha discutido en repetidas ocasiones la cuestión de la ocupación armenia del territorio de Azerbaiyán. Se aprobó cuatro resoluciones – 822, de 30 de abril de 1993, 853, de 29 de julio de 1993, 874, de 14 de octubre de 1993, 884, de 11 de noviembre de 1993.
En estas resoluciones, el Consejo de Seguridad de la ONU exigió el retiro inmediato e incondicional de las fuerzas armadas de Armenia de los territorios ocupados de Azerbaiyán, así como crear las condiciones para el retorno de los refugiados y personas desplazadas a sus lugares de origen, a su tierra natal. La ONU apoyó firmemente la soberanía e integridad territorial de Azerbaiyán, confirmó la pertenencia de la región de Nagorno Karabaj a Azerbaiyán. El Consejo de Seguridad también apoyó los esfuerzos de mediación del Grupo de Minsk de la CSCE.
Sin embargo, estas resoluciones no se han cumplido, y el Consejo de Seguridad de la ONU no se ha hecho cargo de la aplicación de sus decisiones.
En la cumbre de la CSCE celebrada en Budapest en diciembre de 1994, se decidió intensificar la actividad de la CSCE en relación con el conflicto armenio-azerbaiyano de Nagorno Karabaj. Los Jefes de Estados de la CSCE determinaron el carácter de la solución de fases, y encargaron a los copresidentes de la Conferencia de Minsk de la CSCE preparar un acuerdo sobre el cese del conflicto armado. El acuerdo debería reflejar para todas las partes la eliminación de las principales consecuencias del conflicto y ser la base para la convocación de la Conferencia de Minsk. También se decidió instalar las fuerzas multinacionales de mantenimiento de la paz de la CSCE en la zona de conflicto.
En la cumbre de la OSCE celebrada en Lisboa en diciembre de 1996, se determinó la fórmula básica para la solución del conflicto. Todos los estados miembros de la OSCE, excepto la República de Armenia, apoyaron tres principios fundamentales que garantizaban la integridad territorial de la República de Azerbaiyán, la concesión a Nagorno Karabaj del estatuto alto de la autonomía compuesto de Azerbayian, la seguridad de toda la población de Nagorno Karabaj.
Así, la comunidad internacional ha determinado la base jurídica del arreglo del conflicto, ha creado una estructura para el proceso de negociación, y ha definido las tareas de los intermediarios.
Después de la Cumbre de Lisboa de la OSCE tres países más grandes del mundo, – Rusia, EE.UU., Francia se hicieron copresidentes del Grupo de Minsk. Tenemos grandes esperanzas en estos países, esperamos que sus esfuerzos conduzcan al arreglo del conflicto, el restablecimiento de la integridad territorial de Azerbaiyán y el regreso de los refugiados a sus lugares de residencia permanente. Pero, por desgracia, todo esto todavía no se ha llevado a cabo. Armenia no ha cumplido ninguna de las decisiones de la ONU y la OSCE.
Los copresidentes del Grupo de Minsk presentaron tres propuestas para resolver el conflicto armenio-azerbaiyano de Nagorno Karabaj. La primera propuesta presentada por ellos en junio de 1997, previó una solución de paquete del conflicto, la segunda propuesta presentada en octubre de 1997, – una solución de etapa. En noviembre de 1998, los copresidentes presentaron una nueva propuesta, su tercera propuesta – la propuesta de Estado común.
Azerbaiyán aceptó las dos primeras propuestas de los copresidentes como una base para las negociaciones, a pesar de que algunas de las disposiciones de estas propuestas contradecían los principios y normas del derecho internacional, violaban el principio de integridad territorial de Azerbaiyán. A pesar de esto, Armenia se negó a aceptar estas propuestas, ocupando claramente una posición poco constructiva.
La propuesta de Estado común de los copresidentes no fue aceptada por nosotros. El concepto de Estado común sin base jurídica internacional reconoció Nagorno Karabaj como un Estado independiente y la entidad territorial, dándole el estatus de Estado común que debería tener los mismos derechos que Azerbaiyán. Esta propuesta contradice los principios y normas del derecho internacional, priva a Azerbaiyán de una parte de su territorio y, de hecho, legitima la ocupación de los territorios de Azerbaiyán por Armenia.
Creemos que los copresidentes del Grupo de Minsk, guiandose por los principios del derecho internacional, han debido ejercer una influencia más efectiva en el proceso de negociación, el arreglo rápido del conflicto, el restablecimiento de la integridad territorial de Azerbaiyán, el retorno de los refugiados a sus lugares de residencia permanente. Se puede conceder a Nagorno Karabaj que es una parte integral de Azerbaiyán, un alto grado de autonomía dentro de Azerbaiyán.
Por desgracia, los copresidentes se ocupan principalmente de la intermediación, no han ejercido una influencia necesaria en el proceso de negociación de conformidad con el derecho internacional. Nuestras esperanzas puestas en jefes del Grupo de Minsk de la OSCE, – Rusia, EE.UU., Francia, – aún no dan los resultados esperados.
Desde abril de 1999 en Washington, a iniciativa del gobierno de EE.UU. se iniciaron encuentros directos entre los presidentes de Armenia y Azerbaiyán. Durante el período pasado mantuvimos numerosas reuniones con el Presidente Kocharyan en Ginebra, Moscú, Estambul, París, Minsk, Davos, Yalta, así como en la frontera de nuestras repúblicas.
Durante el diálogo con el Presidente de Armenia, nos ocupamos principalmente de la búsqueda de un compromiso aceptable para ambas partes para la solución rápida y pacífica del conflicto y el establecimiento de una paz duradera entre Armenia y Azerbaiyán. Quiero señalar que a finales de 1999 estuvimos cerca de llegar a un compromiso. Pero Armenia pronto se negó a firmar el acuerdo alcanzado.
Durante las negociaciones difíciles, la parte armenia siempre ha ocupado una posición rígida, y actualmente sigue estando en esta posición. No podemos llegar a un acuerdo con Armenia, debido a que Armenia ha ocupado el 20 por ciento del territorio de Azerbaiyán, y aprovecha esta ventaja en las negociaciones. Armenia aprovecha todas las posibilidades para separar una parte del territorio de Azerbaiyán, anexarla a Armenia, o alcanzar la independencia de Nagorno Karabaj.
Por desgracia, nuestros encuentros han llevado a lo que los copresidentes del Grupo de Minsk de la OSCE han ocupado una posición de espera, pasiva, y han limitado sus actividades, siguiendo el principio: “cualquier decisión de los presidentes sería aceptable para la OSCE.”
Creemos que los encuentros de los presidentes no sustituyen a las actividades del Grupo de Minsk de la OSCE. Por el contrario, complementándose uno con otro deben asegurar la promoción del proceso de negociación para una solución firme del conflicto.
De acuerdo con los principios y normas del derecho internacional, la Carta de la ONU, la integridad territorial y la inviolabilidad de las fronteras de cada Estado independiente y miembro de la ONU deben ser respetados por todos, en especial por la OSCE que ha asumido la responsabilidad para resolver este conflicto. La OSCE y su Grupo de Minsk deben atenerse a este principio, deben prestar toda la ayuda para cumplirlo estrictamente.
La situación que se ha creado hoy en el proceso de negociación, crea un peligroso precedente en las relaciones internacionales.
La comunidad internacional, en lugar de asegurar el cumplimiento estricto de los principios y normas del derecho internacional, el fortalecimiento de todo esto, permanece indeciso. Se ponen en duda los principios y normas fundamentales del derecho internacional como la inviolabilidad de la integridad territorial, la inviolabilidad de las fronteras, y a favor de 100 mil armenios que viven en la región de Nagorno Karabaj de Azerbaiyán, se violan los fundamentos de la práctica internacional, el derecho internacional, que se formaron durante décadas. La paz, la estabilidad y la seguridad logradas como resultado del reconocimiento de la agresión militar no puede ser firme y duradero.
Comentando la historia de la situación creada en el conflicto armenio-azerbaiyano de Nagorno Karabaj, declaro que Azerbaiyán sigue siendo fiel a la paz, el alto el fuego alcanzado en mayo de 1994. Vamos a seguir luchando para alcanzar la resolución completa del conflicto de manera pacífica.
Al mismo tiempo, creo que todo lo que he dicho les permite imaginar nuestra situación difícil. Por eso, hago un llamamiento a los copresidentes del Grupo de Minsk de la OSCE – Rusia, EE.UU., Francia, que intensifiquen sus esfuerzos para poner fin al conflicto armado, establecer una paz duradera.
No hay necesidad de demostrar que Azerbaiyán, el 20 por ciento de cuyo territorio está bajo ocupación, cientos de miles de sus ciudadanos viven en tiendas de campaña, está más interesado en el arreglo del conflicto. Está claro que el establecimiento de la paz entre Armenia y Azerbaiyán será de gran importancia para la estabilidad y la seguridad en todo el Cáucaso del Sur.
Hemos venido a esta reunión con grandes esperanzas y esperaramos que los copresidentes del Grupo de Minsk de la OSCE, – Rusia, EE.UU. y Francia – hagan esfuerzos activos, así como esperamos que la República de Armenia ocupe una posición constructiva.
Gracias por la atención.