La Cancillería de Azerbaiyán emitió una declaración sobre el 27 aniversario de la ocupación de la ciudad Shushá por las FF.AA. de Armenia.
La declaración reza:”Las fuerzas armadas de Armenia ocuparon una antigua ciudad históricamente azerbaiyana Shushá el 8 de mayo de 1992. Como resultado de la ocupación, la ciudad Shushá y 30 aldeas fueron destruidas, 195 civiles inocentes murieron, 165 resultaron heridos y 58 personas siguen desaparecidas. Más de 24,000 habitantes de Shushá fueron sometidos a la limpieza étnica.
La invasión de Shushá fue parte de la política sistemática de ocupación y agresión de Armenia aplicada contra Azerbaiyán. Como resultado de esta política, Armenia, mediante el uso de la fuerza, ocupó Nagorno-Karabaj y siete regiones adyacentes de Azerbaiyán, llevó a cabo una depuración étnica contra más de un millón de azerbaiyanos en las tierras invadidas y cometió crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad.
Además de ser una parte inherente de la integridad territorial internacionalmente reconocida de Azerbaiyán, la ciudad Shushá, que está bajo ocupación desde hace 26 años, tiene un alto significado histórico, cultural, moral y simbólico para el pueblo de Azerbaiyán. La toma de la ciudad Shushá, que se llama “Cuna de la música de Azerbaiyán”, “Conservatorio del Oriente” infligió un gran daño al patrimonio cultural, espiritual y moral del pueblo azerbaiyano.
En el marco de la política de destrucción deliberada de Armenia, saqueo, profanación y malversación del patrimonio cultural y religioso de Azerbaiyán en las tierras ocupadas, solo en Shushá más de 170 edificios con el estado de monumento arquitectónico, 160 monumentos culturales e históricos, mezquitas, los manuscritos raros fueron destruidos y sometidos al vandalismo. “Imarat de Panah khan” y la biblioteca, el palacio Khan y Karvansaray, Yukhari y Ashagi Govharaga, las mezquitas Saatlí, el mausoleo de Vagif, la casa de Nataván y muchos otros se encuentran entre ellos.
La parte armenia, siguiendo la limpieza étnica llevada a cabo en el curso de la ocupación de Shushá, en contradicción con los requisitos del derecho internacional humanitario, destruye el patrimonio histórico y cultural de Azerbaiyán y cambia gradualmente la imagen cultural de la ciudad. Así, cerca de 4 mil personas fueron reasentadas ilegalmente en Shushá. La mezquita Yukhari Govharaga (Dzuma), construida por orden de Govharaga, hija del gobernante de Karabaj Ibrahim Khan, está siendo “restaurada” por los armenios y ha dado por la persa. Todo esto demuestra claramente las intenciones de los ocupantes de ocultar el hecho de que Shushá es una ciudad prominente de Azerbaiyán.
Pero todos estos intentos no tienen perspectivas. La parte armenia debe comprender que la ocupación es temporal y que la región de Nagorno-Karabaj siempre ha sido y seguirá siendo parte inalienable de Azerbaiyán.
La visita de los líderes políticos armenios a la ciudad Shushá, mantenida bajo su ocupación militar y celebrando el llamado “día de la victoria”, es otra provocación de la parte armenia y demuestra una vez más la participación directa de Armenia en la ocupación de los territorios azerbaiyanos. Este paso de la dirección armenia demuestra una vez más que Armenia ejerce el control efectivo sobre los territorios ocupados de Azerbaiyán, como lo confirma la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos sobre el caso “Chiragov y los otros contra Armenia” de 16 de junio de 2015.
La posición de la comunidad internacional es inequívoca: de acuerdo con la posición de todas las organizaciones internacionales y estados del mundo, incluidas las resoluciones aprobadas por el Consejo de Seguridad de la ONU, Nagorno-Karabaj es reconocida como una parte integral de Azerbaiyán. La comunidad internacional requiere la retirada inmediata, completa e incondicional de las fuerzas de ocupación de todos los territorios ocupados de Azerbaiyán.
Azerbaiyán es la parte más interesada en la solución negociada más rápida del conflicto. Sin embargo, si las negociaciones no dan como resultado la retirada de las fuerzas armadas de Armenia de nuestras tierras ocupadas, Azerbaiyán conserva sus derechos inherentes en virtud de la Carta de las Naciones Unidas para garantizar el restablecimiento de su soberanía e integridad territorial dentro de las fronteras internacionalmente reconocidas”.