El 21 de marzo los bolcheviques presentaron ultimátum a los tártaros, en el que se dice a que, ellos tenían que rendir armas hasta las cinco de la tarde y reconocer el Gobierno Soviético.
Los armenios se declararon neutrales. Ellos enviaron un apoderado a los tártaros y declararon que no iban a tener en cuenta a los bolcheviques.
A pesar de esto, el 31 de marzo, por la tarde los armenios se unieron contra los tártaros. El ataque empezó inesperadamente. Los tártaros tenían sólo cinco ametralladoras, pero los bolcheviques y los armenios tenían doce cañones y artillería naval.
Las tropas regulares de los tártaros contaban con 400-500 soldados, mientras tanto los armenios tenían un regimiento desde enero y los bolcheviques tenían 1,5 regimientos a su disposición. Por la mala organización y mando de los oficiales turcos, ellos fracasaron. Además de eso se lanzaban los rumores que los tártaros no desean hacer una colecta para formar el destacamentos militares.
La matanza empezó el 31 de marzo y terminó el 3 de abril. Aproximadamente 12000 personas murieron. La mitad de las casas fueron quemadas y la mitad fueron destruidas.
El edificio “Izmail”, la gran obra de arquitectura fue destruida completamente. Quienes no pudieron huir, fueron asesinados por los armenios en sus casas. A las mujeres musulmanas las destriparon. No hubo misericordia ni con los niños. En el resultado de estos hechos tristes los armenios y bolcheviques (russios) “se alejaron” un poco.
Tenían poca posibilidad de hablar con los intelectuales tártaros, así que, la mayoría se escapó en Tbilisi.
En la actualidad, Bakú está aislada de todo el mundo.