En los 1930-s se entablaron las discusiones respecto al papel de los armenios en el establecimiento del fascismo en Italia y Alemania. En 1937 Laura Mainardi,  consejera sobre el Cáucaso de Benito Mussolini, propuso colaborar íntimamente con las fuerzas de dashnak de Italia. En calidad del argumento Lauro Mainardi se fijó en lo que la ideología de Dashnak coincidía con las vistas del Partido fascista de Italia (Mamoulia,2007,p.57).

En 1939 Mainardi escribió referente a la raza aria que abusando de los puntos de vista antisoviéticos de los armenios era posible formar la opinión en contra de la URSS en Armenia. Justificaba sus vistas racistas con la presencia de los lazos históricos entre Armenia y Roma.

El investigador armenio Abramyán escribe que en 1942 con la activa participación de los armenios Alemania elaboró “El Plan de Gertrud” que serviría para ocupar Turquía. En dicho plan se consideraban los italianos que les apoyarían a los armenios desde el punto de vista bélico. Indudablemente, los propios armenios estuvieron listos a acercarse militarmente a la Italia de Mussolini.

Conforme a aquel plan, la parte este de Anatolia y Cilicia de Turquía deberían adherirse a Armenia.En las fuentes de archivo e inteligencia mostraban que según “El plan de Gertrud”el Ejército de la Italia fascista tenía que ayudar a las fuerzas de Dashnak de Armenia a conquistar las regiones de Turquía mencionadas anteriormente.

En ese momento, un armenio llamado Hrant Nazarián y su círculo comenzaron propaganda anti-turca en Italia. Su propaganda se eleva hasta el nivel del llamado “genocidio”. Nazarián y otros armenios, que colaboraron con el gobierno de Mussolini,  realizan un gran trabajo para formar a la diáspora armenia durante la Segunda Guerra Mundial, incluido para el reconocimiento del llamado “genocidio”. Además, le otorgan la posibilidad de intervenir constantemente en los programas de radio.

En 1935, la Italia fascista declaró la guerra a Etiopía, y un año más tarde ocupó la capital Adís Abeba. Después de eso, Mussolini apareció ante el pueblo en Roma en 1936 y declaró la creación del “Imperio Fascista Italiano”. La dictadura de Mussolini mató a más de 100,000 personas en Etiopía, y según algunas fuentes a un millón de personas.  Los armenios también jugaron un papel en las atrocidades.

En 1935, la decisión de Mussolini condujo a la creación de legiones militares compuestas de otros pueblos con el fin de establecer el gobierno fascista en Etiopía. Dos de estas legiones tenían que estar constituidas totalmente por los armenios.  El historiador Joao Fabio Bertonha afirma que Italia pretendía fortalecer su poder en África mediante la construcción de estas legiones.

Además, una de las tres naciones que fueron asentadas de Italia en Etiopía eran los armenios. Este asentamiento influyó posteriormente en la ocupación de Etiopía. Los armenios se encontraban casi enteramente en todo el gobierno, la cultura y el sistema social de Etiopía.

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