En 1779, el arzobispo armenio Joseph decidió organizar una autonomía armenia en el Don.
Unas pocas decenas de miles de inmigrantes, procedentes de Turquía y Crimea, fueron reubicados en aquel territorio, y fue construida una ciudad llamada Najchiván-en-Don, capital de la autonomía futura. Fueron recibidos beneficios maravillosos de las autoridades rusas: el transporte de los bienes armenios de la península de Crimea por el Estado, varios miles de hectáreas de tierra para la ganadería, exención de todos los impuestos por 10 años, la exención de los jóvenes armenios del servicio en el ejército ruso. Además, cada uno de los dueños de casa recibió 30-40 diezmos de la tierra, los materiales de construcción gratis para la construcción de vivienda. Fueron entregados ganados, semillas y herramientas para 10 años.
Las autoridades rusas se hicieron muchas concesiones para las comunidades armenias, incluso permitieron construir ciudades, pero no se les permitieron crear una autonomía. Más tarde, la arriba mencionada ciudad de Najchiván-en-Don (el nombre de la ciudad era una parodia – pretensión de armenios a la ciudad de Najchiván de Azerbaiyán) fue absorbida en Rostov-en-Don y desapareció.
Pero los armenios que vivían en Don se llamaban a sí mismos ” Cosacos del Don”. En particular, hace unos años, este hecho se hizo evidente en el escándalo entre la periodista Arojan (si no me equivoco, vivía en Don, Rostov,) y el cantante F.Grigoryan (Philip Kirkorov), que fue ampliamente difundido en la prensa. Algunos medios de comunicación señalaron: Arojan, cosaca del Don, estaba confundida y se sintió ofendida por las palabras de F.Grigoryan-Kirkorov. El último, sin embargo, “se sufrió” un poco: durante algún tiempo, se le prohibió visitar Armenia y los conciertos previstos fueron cancelados.
Del libro de Félix Tsertsvadze “Armenia y Nagorno Karabaj. Formación de mitos” (Nueva York, 2005)